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lunes, 10 de febrero de 2014

Consejos I: El problema llama al problema.

Espero que disfruten y les sirva, queridos lectores este nuevo apartado del blog, ya que seguramente muchos se sentirán identificados o les ayude de algún modo, dicho esto, empecemos:

Muchos de los problemas cotidianos a los que nos enfrentamos normalmente, nos hacen saltar de un mal "menor" a otro "mayor", o de algún otro tipo. Se da una solución aparente a un problema que nos preocupa, pero sin darnos cuenta creamos otro problema de plazo intermedio o corto. Esto es debido a que no utilizamos los mecanismos de afrontamiento más adecuados. Se dice que “el dinero llama al dinero" y yo diría que “el problema llama al problema". Vamos a poner un ejemplo:

Normalmente cuando se tiene un conflicto de pareja, su estado de ánimo se encuentra por lógica comprometido, esto es lo más normal del mundo. Esto puede llevar a tus pensamientos lo que  ocurre en tu vida privada y descuides otras facetas de tu existencia. Es muy normal sufrir un rendimiento más bajo en tu trabajo, que es visible incluso para tus compañeros o también es normal, que por ejemplo cuides de manera mucho mas precaria a tu hijos o incluso es normal que te tires a la cama y pases el día "muerto" en ella. Todo esto es normal, y seguramente sepáis de alguien a quien le ha ocurrido esto mismo que os estoy contado.

Ante una dificultad, es cuando más óptimos tenemos que ser para evitar buscarnos otra por el camino. Si una esfera de tu vida está comprometida, procura que no afecte a las otras, volvamos al ejemplo anterior.

Un problema de pareja te hará sentir mal, esto es lógico y humano, pero tu trabajo no tiene la culpa de ello, ni tus compañeros tienen que sufrir este ámbito de tu vida privada. Es humano, que tu funcionamiento no sea el mejor y que te cueste más trabajo del habitual dedicarse por entero a la tarea sin volver a pensar en la situación conflictiva. Pero también tienes que tener en cuenta que mientras más tiempo mantengas tu mente ocupada en el trabajo, menos tiempo tendrás libre para dedicarlo a tus preocupaciones. Pero además, es que esta actitud evitará que tus jefes o tus superiores te llamen la atención e incluso que te sancionen.

Si empleas tu tiempo libre en interaccionar más íntimamente con sus hijos, esto incrementaría la comunicación eficaz y su imagen hacia a ti alcanzaría una dimensión diferente, mucho más positiva y más cercana.

Si en vez de pasarte el día en la cama, empleas tu tiempo en hacer cosas que has dejado de hacer, como ordenar la casa, cuidar a las plantas, limpiar y ordenar ese cuarto que tienes echo un desastre, tu sufrimiento no cesará, pero no te habrá impedido continuar teniendo una calidad de vida más cerca de la que te mereces.

Pero, este modo de enfrontar un problema tiene otras ventajas importantísimas, como es haber aprendido a utilizar mecanismos de afrontamiento creativos, sanos y que pueden ser imitados por tus hijos cuando ellos lo requieran. Y es que lo importante en la vida no es tener pocos problemas, esto es imposible, ya que la propia vida los pone en tu camino, lo importante es levantarte, mirarlos de frente y ganarles la pelea.


Posted via Blogaway

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