Hola de nuevo queridos amigos, hace mucho que no
escribo ninguna entrada, y no es por falta de ganas precisamente, si
no más bien por falta de tiempo, así que hoy que tengo un ratito,
voy a dedicarlo al blog que está un poco abandonado.
Los que me conozcan personalmente, saben que me
encanta la montaña, en verdad me gusta casi todo lo relacionado con
la naturaleza, pero sobre todo irme al monte y alejarme del mundanal
ruido.
Hace poco me fuí con mi inseparable amigo Javier
Cano, para hacer una ruta de un par de días por Cazorla, y a parte
de hacerme plantearme cuales son mis limites físicos y de
resiliencia (que ha esta característica puede que le dedique una
entrada otro día), comprobé en mis propias carnes lo bien que me
sentaba estar por aquellos cerros perdidos de la mano de Dios. Así
que me planteé dedicarles unas pocas palabras a los procesos que
subyacen todas estas sensaciones y compartirlas con vosotros.
¿Os habéis preguntado alguna vez porqué la gente
prefiere ver fotos de paisajes naturales a fotos de entornos urbanos?
La gran mayoría de personas prefiere ver un bonito paisaje con su
arroyo, que una foto de una ciudad por ejemplo, aquí la respuesta es
sencilla; No hay que olvidarse de nuestros orígenes, por muy grande
que sea la ciudad en la que vives o por muy cosmopolita que te hayas
vuelto, durante cientos de años, tus antepasados han vivido en
entornos rurales, y si nos vamos más atrás aún, se vivía en plena
naturaleza, no hay que olvidar amigos, que desde hace mucho tiempo
hemos sido recolectores y cazadores, los asentamientos de personas
son "relativamente recientes", e incluso en esas antiguas
urbes, el contacto con la naturaleza era directo y constante, por lo
que nuestra propia fisionomía se ha ido desarrollando para adaptarse
al entorno natural. El simple hecho de ver fotografías de naturaleza
tiene notables mejoras para la salud y hay bastantes estudios que lo
demuestran, por citar alguno Uldrich, concluyó en uno de sus
estudios, que los pacientes de postoperatorio que tenían vistas en
su cuarto a zonas verdes, se recuperaban antes y necesitaban menos
calmantes que no los que no las tenían
Otra de las características que tiene irse al campo,
es que la mente "se libera", se dejan atrás las
preocupaciones, el estrés y los problemas que nos acompañan en el
día a día, y todo esto está muy relacionado con el concepto de
"restauración cognitiva".
Los usuarios de las ciudades pueden sufrir una
sobrecarga de información puesto que viven en un ambiente que exige
la utilización de muchos recursos psicológicos (atención, memoria,
etc.). Esto se debe a la necesidad de procesar muchas entradas de
información al mismo tiempo o porque los distintos tipos de
información aparecen muy rápidamente, por lo que es difícil
procesar la primera entrada de información antes de que llegue la
segunda (Milgram, 1970, p. 1462).
La sobrecarga informacional puede provocar efectos
perjudiciales en las personas, como sentimientos negativos,
incapacidad para concentrarse o un aumento exponencial del estrés.
Al tratar de adaptarse a este medio, sobre todo a un entorno tan
exigente como el urbano, nuestros recursos (físicos, psicológicos o
sociales) se agotan. Si estos recursos no se restauran, la salud de
una persona y su bienestar puede sufrir.
¿Entonces como restauramos estos procesos? Pues bien
el proceso de restauración es visto como un proceso adaptativo que
puede tener lugar de diversas maneras, por ejemplo, durmiendo. Otra
forma de lograr la restauración es a través del contacto con
ambientes que promueven experiencias restauradoras, como puede ser
los entornos naturales, los cuales tienen una serie de
características que hacen que se reinicien ciertos procesos
psicológicos y que estos se recuperen.
Bueno la entrada me está quedan larga y algo
técnica, así que vamos a resumir. En España tenemos una diversidad
natural encomiable, desde desierto a humedales, bosques, praderas,
playas y montañas, para todos los gustos y de todos los colores,
intentad retomar un poco el contacto con la naturaleza, un simple
paseo y el respirar el aire puro, es muchas veces mejor medicina que
cualquier pastilla, tomar unas fotos de algún ave o de un corzo, es
muchas veces más emotivo que la mejor de las películas, salid y
disfrutad con responsabilidad de la naturaleza, vuestra salud os lo
agradecerá, ¡hasta la próxima!
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